En el post anterior vimos algunos de los elementos importantes relacionados con el lenguaje corporal o lenguaje no verbal de los mediadores en los procesos de mediación. En el artículo de esta semana quiero acercaros a diez claves, de diferentes aspectos del proceso mediador y que basándome en mi experiencia considero de una gran trascendencia para el éxito de la mediación y la resolución final del conflicto entre las personas.
Son aspectos muy concretos que si no los tenemos en cuenta pueden convertirse en errores importantes que hagan fracasar la mediación. Creo que es necesario el conocimiento y utilización consciente por parte del mediador o mediadora de estas diez claves.
1. Control de la situación
El mediador o mediadores deben controlar el respeto a las normas establecidas para el proceso de la mediación y que se explican en la primera fase del mismo: turnos de palabra, no interrupciones, no permitir insultos ni menosprecios, etc. Incluso debemos parar el proceso en caso de no poder controlarlo.
No puede suceder que una de las personas en conflicto intente llevar el ritmo del proceso y/o manipularlo, centrando toda la atención o monopolizando las intervenciones. La mediación no puede ser una especie tertulia televisiva en la que todos se interrumpen o sólo habla la misma persona sin nadie que parezca gestionar el proceso y el clima de diálogo, que es la tarea principal de los mediadores.
En la mediación escolar entre un profesor y un alumno puede ocurrir fácilmente una descompensación debido a los diferentes niveles de comprensión y expresión oral del adulto y del joven. Como mediadores deberemos conseguir compensar esto en lo posible y por supuesto es fundamental que el profesor realice un esfuerzo de adaptación al nivel del alumno.
Otro de los elementos que más descontrola el proceso y puede escalar el conflicto, sobre todo en los inicios de la mediación, es que las partes hablen en mensajes TU y no se expresen desde lo que cada uno piensa o siente (mensajes YO). Conseguir esto también debe ser uno de los objetivos de los mediadores.
2. Juicios
Uno de los mensajes que decimos en la primera fase de la mediación es que nosotros no somos jueces y por ello no vamos a emitir y no debemos emitir juicios, ni de forma verbal, ni de forma no verbal, por ejemplo, haciendo movimientos como de sorpresa abriendo mucho los ojos, de desagrado con muecas, etc., o bien diciendo lo que está bien o lo que está mal.
Hacer escucha activa, pero sin enjuiciar es muy difícil máxime cuando puede que conozcamos a las personas en conflicto y tengamos alguna opinión o prejuicio sobre ellas. Incluso podemos conocer lo que ha pasado y también tener una opinión al respecto. Esto no debe notarse en el proceso de mediación ya que la persona que percibiese que está siendo juzganda o prejuzganda, se cerraría en sus posiciones y el proceso fracasaría.
3. Consejos
Este es quizás uno de los errores que con más frecuencia cometen los mediadores adultos en la mediación escolar. Tratar de arreglar el conflicto aconsejando a las partes en determinadas cuestiones de comportamiento o de resolución del conflicto.
Nuestra función no es aconsejar a las personas en ningún momento del proceso ya que todo consejo conlleva una carga de solución, más o menos moralizante, que cambia el proceso de mediación por una especie de arbitraje donde el mediador sabe lo que está bien y lo dice para que las partes lo acepten. Recordemos que las soluciones en la mediación deben buscarlas y proponerlas las partes en conflicto, en cualquier otro supuesto no hablaríamos de mediación.
4. La importancia de las cosas:
Debemos conseguir que los interlocutores perciban que, al igual que para ellos, también para nosotros lo que nos cuentan es lo más importante del mundo en esos momentos.
Las personas que tiene un conflicto y acuden a la mediación les puede suceder con frecuencia que el propio conflicto les limita su visión de las cosas y de la realidad, haciendo que todo gire en torno a ese problema. Empatizar con estos sentimientos es importante para que nuestra escucha activa y nuestro lenguaje corporal transmitan esto a nuestros interlocutores.
5. Preguntas
La aclaración del conflicto, la búsqueda de sentimientos y también de soluciones requiere en gran medida de la labor que realizan los mediadores con las preguntas que hacen en cada momento, bien de manera global o bien individualmente a alguna de las partes.
Como norma a seguir debemos evitar tanto el exceso de preguntas como la repetición de las mimas. También es importantes manejar los diferentes tipos de preguntas, abiertas, que buscan una mayor información, o cerradas, que tratan de confirmar datos o hechos.
Sin duda es una parte importante en la formación que el mediador debe tener antes de realizar mediaciones.
6. Notas
La toma de anotaciones debe ser rápida y quizás de manera alternativa en el caso que existan dos mediadores. También puede ser uno de ellos el único que tome notas. Esta toma de notas debe existir, pero no debe impedir realizar una buena escucha activa en cualquier caso.
7. Tiempo
Tanto las preguntas en exceso, como las notas o el volver sobre posiciones inamovibles puede alargar hasta el cansancio el proceso. En algunos casos será mejor retomarlo en otra ocasión.
Marcar para nosotros un tiempo máximo para el proceso desde el inicio puede ser una buena estrategia. La atención disminuye mucho con el tiempo y el cansancio aumenta por lo que alargar más de una hora un proceso de mediación escolar no es aconsejable.
8. Información Previa
Si nuestro modelo incluye una fase previa de reunión por separado con cada una de las partes, fase de premediación, nos ha tenido que aportar una primera estructura del conflicto.
Es muy importante preparar con antelación el proceso de la mediación en base a ese primer análisis. Si está bien hecho obtendremos algunas claves necesarias para gestionar el proceso mediador hacia un diálogo constructivo, que lleve a soluciones que ya hemos oído en esa fase por separado, pero que nosotros como mediadores no podremos comentar en la mediación salvo que una de las partes la proponga.
El tener esta información previa es muy importante para que los mediadores no se encuentren con todo el conflicto de golpe en la sesión de mediación. Tener una primer análisis del conflicto y unas primeras posibles soluciones facilita mucho la resolución y el acuerdo final.
9. Datos
Debemos ser muy cautos con los datos que exponemos en el proceso de la mediación. Estos datos deben basarse sobre todo en el parafraseo de los que han dicho las partes.
El aportar datos que una parte sabe y la otra no o que una parte ha dicho en la premediación y la otra no, puede dar al traste con el proceso.
Los mediadores basarán su labor en los datos que ambas partes les han contado sin aportar otros nuevos o recogidos en otras fuentes, ya que esto daría la imagen de investigación, de acusación o de juicio.
10. Protagonistas
Las personas en conflicto son las verdaderas protagonistas del proceso. Los mediadores evitarán ser los actores principales alejándose de buscar el reconocimiento o la admiración de los otros. Su labor es altamente altruista y no precisa del reconocimiento.
Para finalizar este articulo quiero dejaros una frase del libro de la profesora Urpí, que comente en el artículo anterior y que me parece una de las claves más importantes en el proceso de comunicación verbal de los mediadores con cualquier persona que ha tenido un conflicto.
“La norma que hay que seguir es pensar más deprisa que nuestro interlocutor y hablar más despacio de lo que él piensa, ya que de esa forma lograremos optimizar nuestra comunicación verbal. Este aspecto es crucial para conseguir una buena conexión” (Urpí, M., 2004)
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