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Mediación Escolar

La educación emocional y moral desde la Mediación Escolar

Educación emocional desde la Mediación Escolar

La mediación en el ámbito de las escuelas va más allá de la intervención en la gestión y resolución de los conflictos.

La incorporación de programas de mediación escolar en un centro educativo crea una estructura de desarrollo de competencias sociales, emocionales y morales que en la mayoría de los casos no se trabajan desde el currículo oficial y que responde a una concepción fundamentada en dos elementos:

  • El paradigma de la paz entendido como un conjunto de principios y valores como el respeto a los derechos humanos, la democracia, la tolerancia, la promoción del desarrollo sostenible y la educación para la paz (sobre esto ya hablamos en un artículo anterior)
  • Un modelo transformativo de mediación centrado en el empoderamiento de las personas, su desarrollo emocional, personal y moral y la mejora de la sociedad.

En este post quiero centrarme en el segundo de estos elementos que suele ser el marco general o modelo en el que se asientan la mayoría de los programas de mediación en los centros escolares.

Veamos algunas consideraciones sobre cómo su implementación puede ayudar en esa formación y desarrollo de la educación emocional, social y moral de nuestros estudiantes y también del resto de la Comunidad Educativa.

Educación emocional desde la Mediación Escolar

Competencia social, prevención de conflictos y Mediación Escolar

Las personas que se forman en mediación interiorizan una serie de valores, habilidades y actitudes que las cambian y que las transforman necesariamente para poder actuar como mediadores:

  • Los conflictos se perciben como algo positivo y que ayuda a la mejora y el aprendizaje. Se transforman situaciones destructivas en oportunidades de crecimiento personal.
  • Una de las partes más importantes de la formación en mediación radica en trabajar emociones, pensamientos, percepciones y habilidades dentro de las relaciones cotidianas. Los estudiantes aprenden, desarrollan y utilizan habilidades valiosas en y para la vida diaria.
  • La mediación contiene herramientas que requieren modalidades de pensamiento creativo, reflexivo y crítico. Habilidades de comunicación, expresión de emociones y sentimientos, responsabilidad, autodeterminación, conocimiento y valoración de uno mismo y de los otros. (Boqué, 2007)
  • En la formación en mediación se ponen en juego de manera integrada elementos cognitivos, socioafectivos y también morales.
  • El éxito de la mediación desde la perspectiva transformativa no radica tanto en llegar a un acuerdo como en provocar situaciones y crear contextos o climas de relación y aprendizaje que de otra forma no tendrían lugar.

Estos elementos configuran la mediación a nivel escolar como un sistema de tratamiento de conflictos, pero sobre todo como un sistema de prevención activo y específico de los conflictos escolares que Cascón (2008) denominó provención y que se basa en el desarrollo de una serie de habilidades y estrategias en los estudiantes, como hemos visto, para afrontar adecuadamente los conflictos y que además consigue el desarrollo de otros aspectos más globales del entorno escolar:

  • Crear ambientes y climas escolares de aprecio y confianza de manera que nadie se sienta excluido.
  • Favorecer la comunicación y la toma de decisiones por consenso.
  • Trabajar la cooperación como estrategia básica de resolución de conflictos y de refuerzo de la convivencia.
  • Establecer con carácter previo mecanismos de resolución de conflictos como la mediación escolar.

Todo lo anterior estimula de manera importante una cultura de convivencia escolar pacífica y basada en el aprendizaje de habilidades personales y grupales, que empoderan a las personas y las dotan de los suficientes recursos propios, en forma de competencias sociales y cívicas, que les ayudarán a gestionar en positivo sus conflictos relacionales tanto en el ámbito escolar como en su vida personal.

En este sentido Boqué (2007) nos habla de los objetivos a conseguir cuando la finalidad de la mediación escolar es la formación:

  • Apreciar la importancia de las relaciones interpersonales
  • Descubrir oportunidades de crecimiento personal en las situaciones de conflicto
  • Desarrollar conocimientos conceptuales, procedimentales y actitudinales para aprender a vivir y a convivir

Desarrollo emocional y mediación escolar

Las emociones y los sentimientos están presentes en todos los conflictos entre personas. Su conocimiento, comprensión y valoración por parte de los mediadores es fundamental para poder acercarse de manera adecuada a cualquier conflicto. Aprender a valorar los propios sentimientos y emociones y los de los demás, es imprescindible para poder desarrollar habilidades de ayuda en la transformación de los conflictos.

Es indudable que la formación en mediación escolar desarrolla la educación emocional de las personas en un conjunto de capacidades concretas:

  • Los mediadores aprenden estrategias asertivas:
  • Saben expresar emociones, necesidades y sentimientos de manera adecuada.
  • Como medidor o mediadora se aprende a dar y recibir críticas constructivas.
  • Los mediadores toman conciencia de las emociones:
  • Aprenden a reconocer los sentimientos propios, de los otros y sobre todo en situaciones conflictivas.
  • Toman conciencia de cómo las emociones y los sentimientos inciden en el comportamiento.
  • Comprenden que hay diferencia entre los sentimientos internos y las expresiones externas.
  • Los mediadores aprender a autorregular sus sentimientos:
  • Son capaces de canalizar y reconducir emociones propias y de otros en algunos casos.
  • Aprenden a afrontar las emociones negativas de manera que duren menos tiempo y sean menos intensas porque son competentes para analizarlas correctamente y buscarles una salida.
  • Desarrollan habilidades para generar emociones y sentimientos positivos.
  • Son capaces de tener paciencia en situaciones complejas de la vida como son los conflictos.
  • Los mediadores desarrollan empatía:
  • No se trata de que el mediador haga suyos los sentimientos de las personas sino de saber observarlos, analizarlos, sentirlos y comprenderlos desde una posición empática que se transmita.

Existe un consenso muy alto en considerar que las emociones y los sentimientos tiene un impacto enorme en los procesos de mediación. Si preguntamos a estudiantes mediadores, muchos de ellos y ellas nos dirán que cuando las partes han expresado sus sentimientos y el otro los ha entendido, es ahí donde el conflicto comienza a tener un camino para su resolución. La utilización de técnicas como la reformulación, el parafraseo o el resumen, que ayudan a transmitir la comprensión de esos sentimientos que las partes nos cuentan, son imprescindibles en ese momento del proceso mediador.

Podemos afirmar que los mediadores se convierten en verdaderos gestores emocionales durante el proceso y por eso es de suma importancia su correcta educación emocional y capacitación en el análisis y gestión de emociones y sentimientos propios y de otros.

También quiero resaltar la importancia que tienen las propias emociones del mediador o mediadora durante el proceso de mediación. Es fundamental que su actitud sea positiva incluso en los momentos más oscuros y críticos, destacando en todo momento los progresos conseguidos y mostrándose persistente en la búsqueda de una solución que satisfaga las necesidades e intereses de ambas partes.

Desarrollo moral y mediación escolar

Resulta complicado hablar de moral o de valores en estos tiempos de la inmediatez y de la virtualidad, pero quizás es más necesario que nunca contar con estrategias educativas que puedan ayudarnos a los educadores a desarrollar estas competencias en los estudiantes del siglo XXI. La formación en mediación escolar y en resolución positiva de conflictos trabaja todas las habilidades que ya hemos comentado y también ayuda al desarrollo moral de las personas que se forman como mediadores y, en otra medida, de las personas que pasan por un proceso mediador en esa concepción transformadora de la que hemos partido en este artículo. Veamos algunos de estos elementos:

  • Investigaciones sobre esta cuestión fueron realizadas por Heydenberrk et al. (2003) y concluyeron que el entrenamiento en resolución de conflictos en los estudiantes afectaba positivamente al razonamiento moral y sobre todo permitía, en un conflicto, el paso de una perspectiva egocéntrica, centrada en la superficialidad y los pensamientos polarizados, a una perspectiva social, en la que aumentaba el sentido de la responsabilidad y la autorregulación y se consideraba si las propias decisiones afectaban a los demás.
  • Otro elemento moral que tiene el aprendizaje de la mediación es el concepto de respeto hacia los demás. Tanto la formación como el proceso de mediación llevan a las personas a ponerse en el lugar del otro y a reconocer sus singularidades y su perspectiva de la situación, que permite ver también elementos positivos en sus posiciones y no solo aspectos negativos. Este aspecto moral también contribuye de manera importante en la gestión de conflictos que tienen elementos interculturales en su dinámica.
  • Las personas en conflicto que acuden a mediación lo hacen admitiendo sus limitaciones para gestionar el problema, pero sin sentirse culpables y aceptando la necesidad de que otra persona les ayude para poder tomar distancia del conflicto, de sus emociones y evitar el bloqueo para salir adelante.
  • La resolución debe pasar por un acuerdo en el que ambas partes colaboran y cooperan necesariamente y esto es considerado por autores como Auberni (2007) como un elemento de solidaridad, ya que dicho acuerdo implica cierta renuncia personal para el beneficio de los dos.
  • Otro aspecto de aprendizaje moral de la mediación es la necesaria confidencialidad de todo el proceso. Que los estudiantes sean capaces, durante la mediación, de respetar la intimidad propia de cada persona que expresa sentimientos, valores, emociones, aspectos de su vida, etc. representa una toma de conciencia del derecho a proteger esa intimidad de cualquier intromisión externa al proceso. Además, capacita a los mediadores para saber diferenciar entre la información necesaria que se debe aportar y aquella que no resulta relevante, por ejemplo, después de haber realizado sesiones de premediación por separado con cada persona donde se produce esa descarga emocional inicial.
  • La participación activa de los estudiantes en los equipos de medición escolar mejora en gran medida su concepto de pertenencia al centro educativo porque les otorga un mayor nivel de responsabilidad en la gestión de la convivencia, y transforma actitudes conformistas y pasivas en otras mucho más reivindicativas en la lucha por lo justo evitando, por ejemplo, posturas de pasividad ante conflictos escolares que muchas veces permanecen ocultos. La red de personas atentas a la convivencia escolar que genera un sistema de mediación es la herramienta preventiva más potente que puede existir en un centro educativo.

Para finalizar este apartado me gustaría citar a Torrego (2006) sobre la cuestión del aprendizaje moral y la mediación escolar como catalizador que “permite la transferencia de capacidades morales a situaciones nuevas mediante la formación de hábitos y desarrollando un conjunto de prerrequisitos morales… como el autoconocimiento, la empatía, el juicio moral, la comprensión crítica o la autorregulación”. Según Torrego gracias a la mediación escolar se realizan prácticas morales porque se ponen en juego valores y bienes.

Por último, quiero decir que el impacto que pueden llegar a tener en un centro educativo todo lo que he comentado en este post dependerá del nivel de compromiso y extensión del sistema de mediación escolar que implementemos.

No será lo mismo trabajar solo con estudiantes que con toda la Comunidad Educativa.

Este segundo modelo es el que fomentamos desde mediacionescolar.org y en nuestro curso online de Mediación Escolar ya que esta metodología de implementación transforma no solo a las personas, sino a las propias instituciones educativas y a la sociedad.

En ningún caso deberíamos renunciar a la oportunidad de legar una simiente de esperanza realista en las capacidades de cada una de las personas que participan alguna vez en la vida en un proceso de mediación. De ello depende que, en un futuro, esas mismas personas se sientan más capaces de actuar constructivamente en su entorno social (Boqué, 2003)

Referencias bibliográficas:

BOQUÉ, M.C.; Prevención de conflictos y mediación escolar. Revista de educación de Castilla-La Mancha, 2007.

BOQUÉ, M.C.; Cultura de mediación y cambio social, GEDISA, Barcelona, 2003.

CASCÓN, F.; Educar en y para los conflictos, Cátedra de la UNESCO sobre Paz y Derechos Humanos, Barcelona, 2008.

HEYDENBERG, W., HEYDENBERG, R. y PERKINS, S.; Conflict Resolution and moral reasoning. Conflic Resolution Quartley, 2003.

TORREGO SEIJO, J.C. (coord..); Desde la mediación de conflictos en centros escolares hacia el modelo integrado de mejora de la convivencia, GRAO, Barcelona, 2006

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