Este caso me lo ha enviado Marisa, una profesora amiga y colaboradora que trabaja en un centro de la Comunidad Autónoma de Andalucía y que lleva muchos años fomentando y trabajando la mediación escolar.
Evidentemente no daré más datos porque se trata de un caso entre profesorado de su centro que se ha producido recientemente. Los nombres son supuestos pero el caso está relatado lo más fielmente posible a los hechos que dieron lugar al conflicto y la posterior intervención mediadora.
Veremos cómo el sistema de mediación escolar debe adaptarse a las peculiaridades de cada uno de los conflictos, como ya observamos en el caso anterior el caso anterior donde José Aurelio López Gil nos explicó una mediación espontánea entre alumnado.
En este caso son un profesor y una profesora de un centro de Educación Secundaria, a los que llamaremos Carmen y José, los que han tenido el conflicto.
Situación de conflicto:
Estamos en la última hora de la mañana de un centro de Educación Secundaria. Los profesores que comparten la hora guardia se distribuyen las tareas a realizar (sustituir a los profesores ausentes y atender a los alumnos expulsados de clase en el “aula de convivencia”) de la forma que estimen más oportuna, bien alternando tareas en guardias sucesivas bien repartiéndolas en la misma guardia.
En el momento del conflicto, Carmen atiende a un alumno expulsado que cumple una sanción el aula de convivencia; además, también falta el profesor en un curso de 3º de ESO. Este grupo ha dado muchos problemas de convivencia y disciplina durante todo el año y es complicado gestionarlo, tanto en clase como en guardia.
Al comenzar su turno de guardia, Carmen se va directamente al aula de convivencia con el alumno sancionado.
José, una vez que todos los alumnos están en sus respectivas clases, se acerca al aula de convivencia y al ver a Carmen le dice que le toca a él con el alumno sancionado y que ella tiene que ir al 3º de ESO para hacer la guardia, que hoy le toca a ella comerse el marrón de ese grupo, que el otro día fue él.
Carmen le dice que, de ninguna manera, que hoy le toca a él porque siempre llega tarde y ella es la que tiene que ir a hacer todas las guardias de clase.
El tono se va elevando y José le dice a Carmen que si está poniendo en duda cómo hace él su trabajo.
Todo esto sucede delante del alumno que está sancionado en esos momentos en el mismo espacio que están los profesores. José sigue elevando el tono y acercándose y apuntando con el dedo a Carmen, muy cerca de su cara, le dice que hoy él no se va a tragar a ese curso que bastante tiene, que vaya ella que él se queda allí. Carmen sintiéndose algo amenazada se levanta y sale del aula de convivencia.
El caso llega a la Jefa de Estudios y a la Coordinadora de Convivencia del centro, formadas ambas en mediación escolar, que proponen a las partes realizar una reunión para aclarar las cosas y poner en común lo que les han contado las partes por separado, su visión y su vivencia del conflicto hasta ese momento. Tanto Carmen como José aceptan reunirse pasados unos días.
Proceso de resolución:
Fase 1: entrada
Jefa de Estudios: Buenos días, Carmen, José, gracias por haber aceptado estar aquí para intentar aclarar y resolver el conflicto que habéis tenido. Intentaremos ayudaros para llegar a una solución aceptable para los dos.
Coordinadora de Convivencia: Buenos días a los dos, también quiero agradeceros el haber aceptado este proceso mediador. Vamos a escuchar ahora vuestro relato de lo que pasó el otro día durante la guardia de última hora. Os pedimos que no os interrumpáis, pues ambos tendréis el tiempo necesario para explicaros y contar todo lo sucedido.
Fase 2: cuéntame
Coordinadora de Convivencia: Carmen, por favor, ¿quieres contarnos tu versión de lo que pasó?
Carmen: Como ya os conté, José siempre llega tarde a las guardias y yo estoy harta de hacer las de las peores clases mientras él, como llega tarde, se queda con los castigados en el aula de convivencia. Esta vez yo me fui directamente a cuidar al alumno castigado y le dejé para él la guardia de aula del 3º de ESO que yo ya había hecho el otro día. Cuando se lo dije se puso a darme voces y a apuntarme con el dedo dándome órdenes para que yo fuera a hacer la guardia de 3º. A mí él no tiene que darme órdenes y menos en ese tono, con esas formas y delante de un alumno. Me fui y bajé a comentárselo a la jefa de estudios.
Jefa de Estudios: Gracias Carmen. José, ¿puedes contarnos tu versión de lo que pasó?
José: Vamos a ver, lo que yo no puedo permitir es que se ponga en duda mi profesionalidad y menos delante de un alumno. Ella dice que yo no hago bien mi trabajo y que llego tarde.
Carmen: Pues sí, casi siempre.
Coordinadora de Convivencia: Carmen por favor, vamos a intentar no interrumpir a José como habíamos quedado, así todos podremos escuchar bien las versiones de cada uno. Continúa, José, por favor.
José: Insisto en que no estoy dispuesto a que ponga en duda que hago bien mi trabajo, y menos delante de un alumno. Además, el día anterior había estado yo en el aula con el grupo, ese grupo que ya sabemos que es el peor del instituto, así que le tocaba a ella y así se lo dije. A lo mejor levanté un poco el tono de voz, pero nada más.
Coordinadora de Convivencia: Gracias, ¿queréis añadir alguna cosa más?
José: No
Carmen: No
Fase 3: situar el conflicto
Jefa de Estudios: Si hemos entendido bien, el conflicto que relatáis no es puntual, sino que se viene produciendo desde hace tiempo.
Carmen: Así llevamos todo el curso, siempre me quedo con lo peor de las guardias yo.
José: De ninguna manera, repartimos siempre a la mitad exactamente.
Coordinadora de convivencia: Nos podríais contar como os afecta esta situación.
Carmen: Yo estoy muy cansada de esta situación y me siento muy mal. Ahora mismo estoy muy a disgusto aquí y preferiría marcharme.
Jefa de Estudios: Carmen, te entendemos y agradeceríamos muchísimo que hicieras un esfuerzo más para intentar llegar a una solución de este conflicto.
Carmen: Está bien.
Coordinadora de convivencia: ¿José a ti cómo te afecta esta situación?
José: Pues me produce tensión cada vez que tengo que hacer la guardia con ella y ahora cabreo porque se cuestiona mi trabajo. Estoy cansado.
Fase 4: buscar soluciones
Coordinadora de convivencia: Bueno, estamos avanzando y parece que el conflicto está claro y com os afecta a ambos ¿se os ocurre alguna solución? Todos los que estamos aquí podemos proponerlas. Si os parece bien, empiezo mencionando las dos más obvias: repartir las guardias con la supervisión de Jefatura de Estudios, o bien intentar cambiar a uno de vosotros la hora de guardia.
Carmen: Yo no quiero hacer más guardias con él me gustaría que me la cambiasen.
José: A mí me da igual.
Coordinadora de convivencia (a la Jefa de Estudios): ¿Hay algún problema administrativo para intentar cambiar la hora de guardia a uno de nuestros dos compañeros?
Jefa de Estudios: Ninguno. Si es factible, os lo comunicaré en la próxima hora. En caso contrario, deberíamos optar por otra solución. ¿Tenéis alguna otra idea de solución posible?
José: Repartir las guardias hasta final de curso con un calendario estricto.
Jefa de Estudios: Os parece que, si la otra solución no es posible, podríamos hacer un calendario de todas las guardias del día en que estáis juntos y repartirlas bajo mi supervisión hasta final de curso.
Carmen: A mí me parece bien
José: A mí también.
Fase 5: el acuerdo
Coordinadora de Convivencia: Bueno pues entonces el acuerdo sería que si se puede cambiar la guardia de uno de los dos ese día, sería la primera opción, en caso contrario la Jefa de Estudios elaborará un calendario para las guardias que os quedan juntos, distribuyendo las tareas para cada día hasta final de curso ¿Estáis de acuerdo?
Carmen: Si, me parece perfecto.
José: Si, a mí también.
Coordinadora de convivencia: Muchísimas gracias Carmen y José por haber aceptado estar aquí e intentar resolver este problema con el diálogo y la mediación. Os comunicaré el resultado de la gestión a la mayor brevedad posible.
En este caso, el acuerdo se comunicó por separado y verbalmente, y consistió en que Carmen intercambió su guardia con otra profesora del centro.
Nota aclaratoria:
Para ser honesta, he de contar aquí que la Coordinadora de Convivencia y la Jefa de Estudios habíamos comprobado previamente que esta solución era factible. Es verdad que esa solución pudo venir impuesta por La Jefatura, pero la mediación permite una diferencia fundamental: la posibilidad que tienen las personas de plantear sus propias soluciones, y no sólo sus propios conflictos.
El resto del curso transcurrió sin incidencias.
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