Hoy quiero acercaros a un caso algo especial en el que hemos utilizado las técnicas y la estructura de la Mediación Escolar para resolver un conflicto entre dos padres de dos alumnas.
Es habitual, sobre todo en poblaciones pequeñas, que los conflictos sean muy permeables entre la escuela y el entorno en el que viven los estudiantes.
Para saber más sobre esto os remito a este post sobre la Mediación Escolar como herramienta para la resolución de conflictos en el ámbito familiar.
En esta ocasión voy a explicaros cada una de las cinco fases del proceso de la Mediación Escolar que se realizan con las dos personas en conflicto juntas y dos mediadores.
Con anterioridad hemos tenido una reunión por separado con cada parte que denominamos premediación.
Situación de conflicto:
Dos alumnas que viven en el mismo pueblo se han pegado a la salida del centro al ir hacia el transporte escolar.
El conflicto se ha resuelto utilizando la Mediación Escolar pero ya se había extendido a las familias y había tenido consecuencias en la relación de los padres de ambas alumnas.
Los dos padres eran amigos en el pueblo desde niños y a raíz del conflicto entre sus hijas la relación se ha roto y se ha deteriorado hasta el punto de no saludarse e incluso enfrentarse a voces en la calle, acusándose mutuamente de lo que estaba pasando.
Desde el equipo de Mediación del centro compuesto por estudiantes, padres y profesorado, se les ofrece la mediación para intentar resolver el conflicto, en vista de que esta situación podría agravarse y también podría ser la causa de que el conflicto entre las alumnas volviese a producirse.
La mediación se realiza una tarde del mes de enero en una sala cedida por el Ayuntamiento del pueblo donde viven estos padres. Allí acuden dos profesores pertenecientes al Equipo de Mediación acordados previamente con las partes.
Se ha hablado por separado con cada uno, en la premediación, ambos están muy disgustados, enfadados, con pena y mucho malestar y no se explican cómo han llegado a esto después de haber sido tan amigos desde niños.
FASE 1: Entrada
– Buenas tardes Pedro, buenas tardes Andrés, habéis decidido voluntariamente utilizar el sistema de mediación que ofrece el centro de vuestras hijas para intentar solucionar el problema que estáis teniendo. Ya nos conocéis, él es Aurelio y yo soy Jorge.
– Para poder ayudaros mejor, tenemos que establecer una serie de normas para esta sesión, que todos debemos respetar. Las normas son las siguientes……
Los mediadores relatan las normas básicas y el funcionamiento del proceso de mediación, buscando la comprensión y la aceptación de las personas en conflicto.
– ¿Habéis entendido las normas?
– Sí; Sí
– Si estas normas no se cumplen en algún momento, podremos dar por finalizada la mediación.
FASE 2: Cuéntame
– Por favor, Pedro puedes contarnos lo que ha pasado.
– El problema es por las chavalas que no se llevan bien y la suya insulta todo el tiempo a la mía. En verano ya pasaba en el pueblo y su hija y otros chicos la insultaban por la calle. Un día tuve que llamarles la atención delante de todo el pueblo, en el parque, y me faltó poco para llegar a las manos. Luego él dice (señalando a Pedro) que mi mujer amenaza a su hija, ¡Su mujer sí que amenaza a la mía!
– Pedro….. perdona, te pediríamos que cuando te refieras a Andrés lo hagas por su nombre, así todo quedará más claro y es importante llamarnos por el nombre en este proceso. ¿Estás de acuerdo?
– Sí, sí, lo siento, es que estoy un poco nervioso.
– Es normal, estáis preocupados desde hace tiempo por lo que está pasando, pero para eso estamos aquí, para intentar, con tranquilidad, buscarle una solución y nosotros os vamos a ayudar.
– Bien Pedro, ¿Quieres añadir alguna cosa más?
– De momento no.
– Gracias Pedro. Ahora, Andrés ¿Puedes contarnos tu versión de lo que ha pasado?
– Pues sí, todo empezó desde el verano, que su hija se mete con todos los chavales del pueblo y no la aguantan. No quieren admitir que tiene un problema y además la creen en todo lo que les dice, sin preguntar. Yo me informo para creer o no a mi hija. Ellos se creen todo lo que les dice. Yo hablé con la madre de Pedro, la abuela de la niña, para ver si se paraba la cosa, y me dio unas voces que mejor no haber hablado. Ahora las niñas se han pegado en el instituto y Pedro me ve por la calle y gira la cabeza para no saludarme, entonces yo también. Su mujer llamó a la mía por teléfono y le montó la bronca, lo que faltaba.
FASE 3: Situar el conflicto
– Parece ser que el problema surgió en el verano pasado entre los niños del pueblo a partir de insultos. Luego los padres defendisteis a vuestras hijas y también vuestras mujeres hablaron por teléfono e incluso tú Andrés tuviste una conversación con la madre de Pedro. Todas estas conversaciones no acabaron demasiado bien y la tensión aumentó, os dejasteis de hablar y ahora vuestras hijas también se han pegado en el instituto. ¿Os parece que es esto resume lo que ha pasado?
– Si, si.
– Bien Pedro, ¿Puedes aclararnos un poco más cómo fue lo que pasó en el parque y con quienes?
– Pues iba yo con mi hija por la calle en el pueblo y me dijo que eran los chicos y las chicas que la insultaban, que la llamaban gorda y loca. Entonces desde lejos les dije que dejasen de hacerlo porque sino se las verían conmigo. Que no la volviesen a hablar, que eran unos sinvergüenzas y que iba a hablar con sus padres.
– ¿Y cómo reaccionaron?
– Nos insultaron a nosotros y nos llamaron locos y empezamos a dar más voces.
– Andrés y ¿cuándo hablasteis Pedro y tú de este incidente y de lo que estaba pasando?
– Al día siguiente porque mi hija vino diciendo a casa que Pedro les había insultado y amenazado por la calle y que lo habían visto todos.
– Pero es que empezaron ellos, yo solo les estaba advirtiendo para que no volviesen a insultar a mi hija y que no la hablasen más.
– ¿Y a partir de ese día ya no habéis vuelto a hablar hasta ahora?
– Eso es, no me entendió y Pedro solo cree a su hija sin preguntar a ver que pasó de verdad.
– Lo que pasa es que la tienen tomada con mi hija y la llaman loca porque su madre tienes problemas de salud.
– Pero Pedro, ella también se mete con los demás y les insulta, que tú lo sabes.
– Bueno, si, es verdad, son chavales y al final no se sabe quién empezó
– Además, también es que la gente viene a calentarte la cabeza y entonces se lia más.
– Si , eso sí que es verdad.
– ¿Andrés nos puedes aclarar un poco más esto que dices?
– Pues que ya desde el verano por el pueblo cada vez que te encuentras a alguien te dice “vaya la que está liando tu hija con la de Pedro” y así todos los días. Que su hija estaba loca y se medicaba y era la culpable y que hiciera algo para pararles los pies.
– A mi también, sobre todo la familia me presionaba que tenía que hacer algo para parar a la hija de Andrés y a sus amigos. Entonces ese día en el parque estallé y fui a por ella y a por los demás.
– Entonces parece ser que el conflicto se produce entre vuestras hijas, aunque también intervienen otros jóvenes del pueblo. Después otras personas de la familia y otros vecinos os han presionado para defender a vuestras hijas, eso os ha llevado a tener un enfrentamiento entre vosotros, aunque antes erais muy amigos. Además, vuestras hijas a consecuencia de todo este conflicto se han pegado en el centro educativo, con lo que el problema se ha agravado. ¿Os parece que esto resume lo que ha pasado?
– Si, si.
– Pedro, ¿Cómo te sientes con todo esto?
– Estoy muy hundido, muy nervioso todo el día y mucha tensión en el pueblo. Hemos perdido la relación con casi todo el mundo. No sé, no le veo solución.
– Andrés y tú ¿Cómo te sientes con lo que está pasando?
– También muy cabreado porque por una cosa de las niñas estamos así y llevamos tiempo. No me gusta estar así en el pueblo, todos nos conocemos y Pedro y yo éramos los mejores amigos desde pequeños, pero aquí somos así de radicales y todos creemos que tenemos razón.
FASE 4: Buscar soluciones
– Bien, ahora que tenemos claro lo que ha pasado y cómo estáis cada uno, os habéis escuchado, ¿Pedro, qué necesitarías para sentirte mejor y que este problema se fuese resolviendo?
– No sé, estoy muy triste por esto, me gustaría volver a la normalidad.
– ¿Se te ocurre alguna cosa más concreta?
– Pues que le dijésemos a nuestras hijas que se respeten una a la otra, que eso es lo más importante.
– ¡Bien Pedro! Y tú Andrés, se te ocurre alguna cosa.
– Pues que no nos metamos los padres en los problemas de las niñas.
– También les podemos decir que se ignoren.
– Bien, ¿Y para arreglar vuestra relación se os ocurre alguna idea?
– Yo estoy dispuesto a quedar con Pedro, cuando él quiera, a tomar un café y hablar tranquilos, sin familia y gente del pueblo.
– A mí eso me parece bien, quedamos los dos a tomar algo en el bar del pueblo, así nos ven los demás y se callan un poco.
FASE 5: El acuerdo
– Muy bien Pedro, muy bien Andrés, habéis buscado varias posibles soluciones. Os parece que el acuerdo podría ser:
1. Hablar con vuestras hijas para decirles que lo más importante es que se respeten entre ellas.
2. Quedar vosotros dos para tomar un café, hablar tranquilamente y poder recuperar vuestra antigua relación.
– Si, por mi está bien.
– Yo si quieres Pedro vamos ahora mismo y tomamos ese café.
– Por mi perfecto, lo tomamos ahora.
– Pedro, Andrés, lo habéis hecho muy bien. Seguro que esto será muy bueno también para vuestras hijas, y para la gente del pueblo, porque les habéis dado un ejemplo de cómo se solucionan las cosas. Os agradecemos que aceptaseis la mediación y estamos muy contentos de haberos podido ayudar.
– Gracias a vosotros por ayudarnos y también por ayudar a nuestras hijas.
– Lo mismo digo, gracias por todo.