Hoy quiero contaros un nuevo caso de mediación que me ha enviado mi colega José Aurelio López Gil (que participa como experto en nuestro curso online) y que no es tan habitual en los centros escolares.
Se trata de un conflicto entre dos alumnos, con un componente económico, que acabarán intentando solucionar sus madres a través de un proceso de mediación dirigido por otras dos madres que forman parte del Equipo de Mediación Escolar y de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del centro educativo.
Este caso nos ayudará a fundamentar el modelo de mediación escolar que proponemos desde el Proyecto Armonía, que se basa no sólo formar alumnado en mediación escolar, sino que esta formación debe llegar a todos los sectores de la Comunidad Educativa, ya que los conflictos pueden generarse o pueden resolverse con la ayuda de diferentes personas que forman parte de esa comunidad escolar.
Situación de conflicto:
Se ha producido un conflicto entre dos alumnos de 3º ESO. Uno de ellos –Juan– ha roto las gafas al otro –Enrique– en un choque en los pasillos durante un cambio de clase.
Cuando Enrique llega a casa, su familia se pone en contacto con la de Juan para que le page las gafas. Estos acceden, pero cuando les dicen que las gafas cuestan 600 euros porque son especiales dicen que es mucho dinero y que no lo pueden asumir.
La familia de Enrique se pone en contacto con el centro escolar para ver qué es lo que ha pasado y pedir una solución.
La Directora del instituto se lo comenta a la Junta Directiva del AMPA para ver cómo se puede solucionar el conflicto que se ha generado entre estas familias.
Dos madres de la Asociación forman parte del Equipo de Mediación Escolar y están dispuestas a hablar con las respectivas familias para ver si se puede llegar a un acuerdo que sea favorable para las dos partes.
La Directora habla con las familias de los alumnos implicados y estas acceden a la mediación.
María y Socorro son las dos personas del AMPA que han realizado el curso de mediación escolar y se ponen en contacto con las familias para concertar el momento y el lugar donde se va a realizar la mediación y pedirlas permiso para hablar con sus hijos para conocer lo que ha pasado.
Las familias acceden a que hablen con sus hijos y una vez que lo hayan hecho concretarán el día y la hora de la mediación.
La Directora les ofrece el aula de mediación escolar que tiene el centro y si quieren lo pueden realizar un lunes por la tarde que el centro está abierto y no hay alumnado. Todas las partes acceden y quedan para el primer lunes del mes de febrero a las 16:00 horas en el centro escolar.
Con anterioridad a la mediación, las mediadoras hablan con los dos alumnos, durante un recreo con cada uno, para conocer lo que ha pasado y las versiones de cada uno.
Proceso de resolución:
Entrevista con Juan:
– Hola Juan, nos llamamos María y Socorro y querríamos hablar contigo para conocer qué es lo que ha pasado.
– ¡Que rompí las gafas a Enrique!
– Y ¿cómo fue?
– Estábamos en un cambio de clase. Yo estaba de pie junto a Enrique –somos compañeros de clase- y a veces nos juntamos para hacer algún trabajo juntos. Pasó por allí Isabel, yo la fui a coger, con tan mala suerte que Enrique se interpuso en mi camino y tropecé con él, las gafas se le cayeron al suelo y se rompieron.
– ¿Quieres añadir alguna cosa?
– ¡No!…. que…. fue sin querer. Yo no se las quería romper… Se puso en medio…
– ¿Cómo te sientes por lo que ha pasado?
– Muy mal, dice que le tengo que comprar otras gafas que sin ellas no ve…y …. Es que cuestan mucha “pasta”.
– Alguna cosa más.
– No, nada más.
– Gracias por haber venido Juan, estaremos en contacto contigo y con tu familia para intentar llegar a una solución.
Entrevista con Enrique:
– Hola Enrique, nos llamamos Socorro y María y querríamos hablar contigo para conocer qué es lo que ha pasado.
– ¡Que Juan me rompió las gafas!
– Y ¿cómo fue?
– Estábamos en un cambio de clase de matemáticas para inglés. Yo estaba al lado de mi mesa y pasó Juan y me puse a hablar con él; cuando estábamos hablando pasó Isabel; Juan la quiso coger por la cintura, como hace siempre, yo salí en defensa de Isabel porque es mi amiga y Juan me dio un empujón, las gafas cayeron al suelo y se rompieron.
– ¿Cómo te sientes por lo que ha pasado?
– Para mí las gafas con muy importantes porque las necesito para estudiar. La semana que viene tengo un examen de matemáticas y quiero sacar una buena nota. ¡Quiero que Juan me compre las gafas!
– Alguna cosa más.
– No, sólo quiero que me compre las gafas.
– Gracias por haber venido Enrique, estaremos en contacto contigo y con tu familia para intentar llegar a una solución.
Una vez que las mediadoras han hablado con los alumnos y conocen como se ha producido el conflicto se reúnen con las madres –ellas son las que han decidido ir a la mediación- para intentar buscar una solución al conflicto que han tenido sus hijos. Luisa es la madre de Enrique (alumno al que se le han roto las gafas) y Petri es la madre de Juan (alumno que ha empujado al otro).
Fase 1: entrada
Se inicia la mediación escolar en el aula de mediación del centro educativo. Las mediadoras comienzan con la primera fase comentando las normas de la mediación y preguntando si se han entendido.
Fase 2: cuéntame
– Luisa ¿quieres contarnos lo que ha pasado?
– A mi hijo le han roto las gafas y queremos que se las compren porque sin ellas no puede estudiar, son unas gafas especiales para…
– ¡Ni que estuvieran “chapadas” de oro”, hija!
– Por favor, Petri has aceptado las normas y una de ellas es no interrumpiros mientras habláis. Tú tendrás tu turno para contarnos lo que ha pasado ¿Estás de acuerdo?
– ¡Sí!
– Luisa, puedes seguir hablando.
– A mi hijo le han roto las gafas, las necesita para estudiar, si Juan no le hubiera empujado no estaríamos aquí.
– Petri ¿quieres contarnos ahora tú lo que ha pasado, por favor?
– Yo sé que mi hijo no lo hizo con mala intención, si Enrique no se hubiera interpuesto entre él e Isabel no hubiera pasado nada. Yo sé que mi hijo es inquieto y que le cuesta estar sentado. Nosotros –mi marido y yo- estábamos dispuestos a pagar las gafas pero cuando nos hemos enterado de que valen 600 euros nos ha parecido un robo.
– ¿Un robo? Son unas gafas especiales para enfocar de cerca porque mi hijo tiene un problema visual que con estas gafas se le corrige. Nosotros no tenemos la culpa de que su hijo sea inquieto y no sepa cómo comportarse.
– Mi hijo sabe comportarse perfectamente, nadie nos ha llamado –del instituto- para decir nada de mi hijo. Nosotros sentimos lo de las gafas, pero… 600 euros es mucho dinero.
– Te lo repito… son unas gafas especiales que solo las hacen en una óptica en toda la ciudad. Se acercan los exámenes y queremos tenerlas porque mi hijo saca muy buenas notas y queremos que siga siendo así.
– Juan también saca unas buenas notas.
Fase 3: situar el conflicto
– De acuerdo, vamos a intentar seguir analizando lo que ha pasado. Petri ¿cómo os encontráis la familia?
– Pues… muy mal… porque Juan es un buen niño, él no lo hizo con mala intención. Nosotros ya le echamos la bronca y siempre le decimos que se esté quieto y no moleste a los compañeros. Queremos que todo se solucione porque yo estoy durmiendo mal por lo que ha pasado.
– Luisa, ¿cómo os encontráis la familia?
– Como ya os he dicho antes nosotros estamos enfadados porque las gafas son muy importantes para Enrique. Sabemos que cuestan mucho por lo que mi hijo tiene mucho cuidado, no sale al recreo con ellas y lleva una funda muy dura para protegerlas. Las gafas son muy importantes porque él saca muy buenas notas porque quiere hacer Medicina.
Fase 4: buscar soluciones
– Ahora que ya sabemos lo que ha sucedido y como os sentís en la familia vamos a intentar aportar soluciones al conflicto, ¿quién de vosotras quiere empezar?
Se produce un silencio tenso y nadie propone nada, entonces la mediadora insiste personalizando la pregunta.
– ¿Quieres aportar alguna solución Petri?
– Como ya hemos comentado antes, nosotros estábamos dispuestos a pagar las gafas pero es que cuestan mucho y en mi casa el único que aporta dinero de forma fija es mi marido, yo trabajo en casa y cuando me sale algún trabajo lo cojo. Nosotros hasta 200 euros estábamos dispuesto a dar.
– Para nosotros las gafas son muy importantes. No podemos estar más tiempo sin ellas. Queremos que nos las compréis.
– La verdad es que 600 euros es mucho dinero y nosotros no los tenemos ahora.
– Luisa, Petri está aportando una solución al conflicto que, aunque no sea lo que vosotros queréis, es un inicio. ¿Quieres comentar algo más Petri?
– Nosotros estamos dispuestos a llegar a 300 euros, que es lo que tenemos ahorrado para terminar el mes. Además, mi hijo no lo hizo con mala intención os recuerdo que Enrique se interpuso en su camino y tropezó con él, las gafas se le cayeron al suelo y se rompieron. Mi hijo no tiene toda la culpa
– ¡Pues mi hijo tampoco la tiene!
– No volvamos para atrás, lo estáis haciendo muy bien, ¿Se os ocurre alguna solución más?
– Como ya he dicho antes, nosotros estamos dispuestos a aportar dinero, pero todo sería imposible porque no lo tenemos…No sé…., como fue “un accidente” podemos poner la mitad cada familia para comprar las gafas, yo tengo el dinero aquí y te lo daría para que pudieras ir a comprar las gafas lo antes posible para que las tuvieras y tu hijo pudiera estudiar los exámenes.
– ¿Qué te parece lo que dice Petri, Luisa?
– Nosotros queremos las gafas lo antes posible y si Petri nos da la mitad ahora, no me parecería mal ya que todo parece que ellos no pueden.
– Por lo que comentas Luisa, tú estarías dispuesta a aceptar los 300 euros que te ofrece Petri. Los otros 300 ¿los aportaríais vosotros?
– ¡Sí! Pero tendría que ser ya mismo, porque si esperamos más tiempo no lo acepto.
– Yo los tengo aquí, en el bolso.
– Luisa, ¿Si Petri te da los 300 euros se solucionaría el problema?
– ¡Sí!
– Petri, ¿le das los 300 euros?
– ¡Sí! Pero me gustaría que Luisa me firmase un papel donde ponga que se los he dado.
– Si os parece nosotras redactamos el acuerdo ahora y lo firmáis las dos.
Fase 5: el acuerdo
– El acuerdo quedaría redactado de la siguiente manera: La familia de Juan, representada por su madre Petri, entrega la cantidad de 300 € a la familia de Enrique, representada por su madre Luisa, para la compra de unas gafas nuevas.
– ¿Os parece bien este acuerdo? ¿Estáis dispuestas a firmarlo?
– Si , Si
– Queremos felicitaros y daros las gracias por haber aceptado esta mediación para solucionar el problema que teníais. También agradeceros vuestro esfuerzo en nombre del Equipo de Mediación y también en nombre de La Asociación de Madres y Padres, ya que lo que habéis hecho es muy importante para que vuestros hijos vean que los conflictos pueden solucionarse mediante el diálogo.
– Mañana tendremos una reunión con la directora y le comentaremos solo el acuerdo al que habéis llegado, el resto de la mediación es totalmente confidencial. Comunicad a vuestras familias el acuerdo, seguro que todos se alegran mucho.
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