La Mediación Escolar incluye muchas técnicas que los mediadores deben poner en práctica y en las que deben estar capacitados y formados para poder afrontar con posibilidades de éxito sus procesos de mediación.
En las formaciones de mediadores escolares trabajamos gran parte de ellas, pero siempre intentamos que nuestros mediadores escolares aprendan mucho mejor aquellas que consideramos esenciales como son las escucha activa, el análisis del conflicto, el lenguaje corporal, las técnicas de asertividad, etc.
En este nuevo post quiero acercaros a una de estas técnicas de comunicación, el reencuadre, que no suele formar parte de las formaciones de mediadores escolares, por ser una especialización más adecuada para mediadores expertos y adultos, que sí deberán estar capacitados para utilizarla en sus mediaciones.
No obstante, podríamos incorporarla en la formación de alumnos que ya tengan un alto nivel de experiencia en Mediación Escolar.
En qué consiste la técnica del reencuadre
Existen momentos durante los procesos de mediación donde las partes parecen bloqueadas, se mantienen en discursos de posiciones inamovibles y no se avanza en la resolución del conflicto. Son fases de estancamiento y parada en las que los mediadores deben ser conscientes de la necesidad de utilizar técnicas que puedan desatascar el proceso.
Como ya comenté en un post anterior dedicado a los indicadores para la mediación transformadora de Robert Bush y Joseph Folger, “el mediador sabe que lo importante radica en el proceso y que este puede tener momentos de avance, momentos de retroceso e incluso detenerse. Son ciclos diferentes en la mediación, que deben ser utilizados como oportunidades para mejorar la reflexión, la recuperación del poder y el reconocimiento del otro”.
En esta línea de buscar nuevas oportunidades, para que las partes mejoren su reflexión sobre el conflicto, es donde debemos enmarcar la técnica del reencuadre comunicacional que puede realizarse de dos maneras diferentes:
- Formulando preguntas abiertas que alienten a las partes a reflexionar de una manera nueva.
- Traduciendo o reformulando enunciados que las personas en conflicto han expresado.
Ejemplos de utilización de la técnica del reencuadre
Veamos ahora algunas situaciones en las que podemos utilizar esta técnica durante nuestros procesos de mediación escolar:
Reformular ataques como necesidades
Durante el proceso del conflicto es muy normal la tendencia a confundir el problema con la persona y en la mediación puede ocurrir que una de las partes o ambas atribuyan todo lo que ha pasado a características del otro: porque es mala persona, porque me tiene manía, porque me odia, porque siempre es injusta conmigo, etc.
El mediador debe intentar, en primer lugar, no admitir este tipo de descalificaciones personales y ayudar a que las partes se centren en el problema. Por otro lado, la técnica del reencuadre consistiría en enunciar de nuevo esa afirmación sobre la persona como una pregunta sobre lo que necesita o sobre lo que motiva esa reacción hacia el otro.
Alumno (refiriéndose a una profesora): Es que ella me tiene manía porque siempre me está diciendo que todo está mal y eso no es posible. No lo entiendo.
Mediador: ¿Entonces crees que necesitarías más explicaciones sobre lo que te pide en las tareas?
Traducir en enunciados concretos elementos abstractos que las partes no son capaces de expresar de forma comprensible
Este problema suele asociarse a la expresión difusa de algunos sentimientos que genera el conflicto y la relación con la otra persona. En Mediación Escolar esto pasa habitualmente con los estudiantes muy jóvenes, siendo tarea de los mediadores intentar dar forma a la expresión de esos sentimiento o percepciones a los que en ocasiones es difícil ponerle palabras.
Alumna: No la soporto, es que me mira con esa cara y esa risita……
Mediadora: ¿Parece que lo que te molesta es que ella te mire de una determinada forma en algunos momentos?
Alumna: Si claro, es que se cree superior o algo así.
Mediadora: ¿Puedes contarnos alguna situación concreta en la que haya pasado esto?
Reencuadrar para pasar de posiciones a intereses y necesidades
En ocasiones las partes se centran en defender una necesidad muy cerrada y no ven otra posibilidad de solución que satisfacer su necesidad porque es lo más “lógico” y “lo que haría cualquiera”.
En esos momentos el mediador debe intentar que las partes amplíen su campo de visión en la búsqueda de otras salidas que estén enfocadas a los intereses más comunes de ambas partes.
Profesor 1: Yo no soporto que se fume en el coche cuando viajamos juntos porque el ambiente se carga mucho.
Profesor 2: Pero si abro las ventanillas del coche y no se nota el humo, no sé de qué te quejas. Ya sabes que yo necesito fumar por la mañana.
Mediador: ¿Os parece que para los dos es importante compartir el coche para ir al centro educativo, eso ahorra costes para ambos y os permite charlar un rato antes del trabajo, es así?
Profesores: Si
Mediador: Os parece que intentemos pensar en algunas cosas que se puedan hacer para que ambos estéis mejor y poder seguir compartiendo el coche.
Reencuadrar las orientaciones negativas en orientaciones positivas
Las personas en conflicto en ocasiones pueden estar encerradas en sentimientos muy negativos con una intensa sensación de que todo está mal y que la situación está condenada al fracaso. Este sentimiento puede incluso dar a las personas una equivocada sensación de certidumbre y seguridad, irreal totalmente, pero en la que se sienten “bien”.
El mediador en estas situaciones no debe intentar argumentar en contra de esas sensaciones porque se verá rebatido con diversas pruebas, que para esa persona son la demostración de esos sentimientos.
En lugar de discutir sobre estas sensaciones, el mediador debe intentar dar un giro e introducir una perspectiva positiva que no niega ni contradice esa realidad que percibe las persona.
Administrador del centro educativo: Esto es imposible, cada día que pasa el director me pide más cosas y yo no puedo con todo. Ahora que tenemos una persona de baja me toca hacer también su trabajo. Esto me va a matar.
Director: Todos estamos así y yo tengo que sacar el centro adelante y no hay más, el trabajo tiene que hacerse. Yo también estoy al límite.
Mediador: Veo que la situación es complicada en estos momentos y que todos estáis muy cargados de trabajo y de estrés ¿Os parece si intentamos pensar en algunas cosas concretas que se podrían hacer para liberaros de tanto trabajo?
Reencuadrar la focalización en el pasado negativo hacia el futuro positivo
Indagar en el pasado del conflicto es importante para la reflexión y el análisis, pero anclarse en los hechos del pasado que normalmente son negativos, y que nos han llevado al conflicto, puede paralizar el proceso mediador.
En esos momentos los mediadores deben intentar desplazar la atención de las partes desde los hechos del pasado hacia posibles hechos futuros. Si se hace correctamente habrá poca resistencia para hacer este giro en el proceso de diálogo.
Madre de alumno: Esto es así año tras año, todos los cursos. Mi hijo aprueba los exámenes y luego él le suspende en la nota del trimestre por que le da la gana.
Profesor: Eso no es verdad. Hay muchas notas en el trimestre aparte de los exámenes y usted siempre viene a quejarse sin saber cómo se evalúa.
Mediador (a la madre): Crees que es necesaria una mayor explicación de los criterios de evaluación de la asignatura.
Madre: Si claro.
Pasar de una perspectiva individualista a una más colectiva o social
Es normal que el conflicto encierre a las personas en sus posiciones y sentimientos perdiendo la perspectiva de la realidad centrándose de manera egoísta en sus propias necesidades, sentimientos y en su propio dolor.
Intentar que la persona vea más allá de esa realidad propia y que amplie su visión, no solo hacia el reconocimiento del otro sino también hacia posibles beneficios para otros en la búsqueda de soluciones, es una labor que los mediadores pueden hace en determinados casos.
Si continuamos con el ejemplo anterior podríamos añadir lo siguiente:
Mediador: ¿Os parece que esta información sería interesante para todos los padres?
Madre: Si, por supuesto. Así no estaríamos tan perdidos.
Profesor: Podemos hacerlo y dárselo por escrito. Está en la programación.
Mediador: ¿Para el siguiente trimestre se podría tener una explicación escrita de los criterios de la asignatura para que ella y el resto de padres los tuviesen?
Reencuadrar las soluciones únicas en posibilidades
Otro elemento que puede paralizar el proceso mediador, sobre todo en las fases finales de búsqueda de soluciones y acuerdo, es la creencia de que sólo existe una posible solución al conflicto.
Aunque llegados a este punto hemos tenido que conseguir que las partes se desplacen de su posición única hacia visiones más amplias en las que han aprendido a reconocer al otro, sus sentimientos, sus percepciones y posiciones, en las que su forma de relación y comunicación con el otro ha cambiado, es posible que aún así solo vean una posible solución al conflicto y es la que pensaban desde el principio.
El mediador debe entonces plantear nuevas posibilidades en función de las soluciones expresadas por las partes, ya que no debe, en ningún caso, proponer nuevas soluciones que las partes no hayan comentado.
Los expertos manifiestan que lo importante de esta técnica es concentrarse en las reacciones de las partes a nuestras intervenciones como medidores para reencuadrar esas soluciones únicas y plantear posibilidades sobre ellas.
Alumna: Yo solo veo una solución, que a él lo expulsen del centro para siempre, ya que me ha acosado desde que dejamos de salir juntos.
Alumno: Pues yo creo que la tienen que expulsar a ella del centro porque es la que ha creado todo este problema. Yo no quiero saber nada de ella.
Mediador: Supongamos que ninguno de los dos sois expulsados del centro ¿Cómo sería vuestra relación a partir de ahora?
Conclusión
La técnica del reencuadre no es sencilla de utilizar y el mediador debe tener experiencia en su puesta en práctica para no cometer errores que cierren a las partes en sus posiciones o estas se sientan atacadas o juzgadas.
Es muy importante que el mediador, en cualquiera de las técnicas descritas en este post, utilice palabras que las partes han dicho. También es importante que nunca intente convencer, persuadir o dirigir en exceso a las personas hacia una solución que no han planteado ellas.
En la Mediación Escolar esta técnica se trabajaría con los mediadores más expertos en una formación continua del equipo de mediación. En ningún caso formaría parte de las sesiones de capacitación iniciales de mediadores escolares.